Descubren posible causa de longevidad real en Inglaterra
Los expertos sostienen que el secreto del agua de Balmoral está en la combinación de químicos y minerales que toma de la tierra escocesa, especialmente granito y otras piedras.
Londres - El agua de vertientes en los campos del castillo real de Balmoral, en Escocia, puede ser la causa de la longevidad de la reina Isabel II de Inglaterra, como también lo fue de su progenitora, la Reina Madre y de la Reina Victoria, según escribió hoy el tabloide inglés Daily Mail.
De acuerdo a científicos británicos, las vertientes de agua de Balmoral ayudan a que Isabel II envejezca sin problemas de salud y contribuyeron a que su madre viviera hasta los 101 años y que Victoria reinara por 64 años en el siglo XIX.
Exámenes de laboratorio indicaron que el agua mineral que surge de las vertientes de los campos de Balmoral posee propiedades químicas muy particulares que ayudan a mantener la piel y la salud.
Estudios previos habían indicado que dicha agua ayudaba a tratar dolores artríticos y musculares.
El agua de Balmoral también protege contra moléculas tóxicas llamadas radicales libres, que están vinculadas a una serie de enfermedades como el cáncer, las afecciones cardíacas, y ataques cerebrales.
El agua es vendida como Deeside Natural Mineral Water, y ahora ha sido puesta en venta en botellas en los principales supermercados del país, Asda, Sainsbury´s, Tesco y Waitrose.
Según el Daily Mail, es el agua preferida de la Familia Real británica, especialmente del príncipe Carlos, quien ahora la embotella para su propia compañía, Duchy Originals.
Los expertos sostienen que el secreto del agua de Balmoral está en la combinación de químicos y minerales que toma de la tierra escocesa, especialmente granito y otras piedras.
En ese sentido, el doctor Hugh Matheson, de la firma TCS Cellworks, declaró que el agua de Balmoral "tiene el potencial de reparar y rejuvenecer la piel humana".
"Incrementa la formación tubular en un 20 por ciento, un aumento muy significativo que ayuda al flujo de nutrientes en la piel", agregó.
TCS Cellworks, con sede en el condado de Buckinghamshire, fue contratado por Deeside Water Company para analizar los efectos del agua de Balmoral.
En el siglo XIX, los efectos curativos de dicha agua llegaron a oídos de la reina Victoria, quien comenzó a tomar de esa agua en 1856, como ella misma lo registró en sus diarios personales.
Por su parte, Isabel II suele ingerir grandes cantidades de esa agua cuando se encuentra en Balmoral cada verano (boreal), mientras que la Reina Madre solía visitar Escocia y pasar varios meses al año en sus campos de Deeside, donde está la vertiente natural.
Martin Simpson, director de negocios de Deeside Water Company, declaró que la firma "está encantada" tras conocer los resultados "fantásticos".
ANSA
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