EXPERTO ESPAÑOL OFRECIO UNA CHARLA SOBRE LA "APOROFOBIA"
La fobia a los pobres es un mal de nuestros tiempos
* El profesor español Emilio Martínez Navarro, titular de la cátedra de ética de la Universidad de Murcia, brindó en el Centro Cultural de España una conferencia sobre "Aporofobia. Un mal de nuestros tiempos: el odio y rechazo hacia las personas pobres". Con este adjetivo, el docente catalogó al sector de la sociedad que no cubre o apenas lo hace sus necesidades básicas vitales. Nuestras sociedades, muchas veces, no están preparadas para aceptarlos y lograr que abandonen su situación.
Los pobres generan rechazo en gran parte de la población.
El término "aporofobia" no figura en el diccionario de la Real Academia. Fue impuesto en 1996 por Adela Cortina, profesora española que publicó un artículo periodístico refiriéndose a uno de los males de esta época: el rechazo y el odio hacia las personas pobres. La etimología de la palabra, tal como lo explicó el docente español Emilio Martínez Navarro en el Centro Cultural de España, proviene de los términos griegos "a-poros" (sin medios ni recursos) y "fobeo" (aversión, odio, rechazo).
Martínez Navarro diferenció la reacción de una persona aporofóbica con la de una xenofóbica o cualquier otra representación de rechazo ante otras personas. "Si llega a mi país un árabe millonario mostrando sus bienes, bien vestido y en un gran avión personal, seguramente será bien recibido. Pero si el que viene es un árabe sin recursos, mal vestido y con feo aspecto, no lo van a recibir bien y hasta sospecharán de él", ejemplificó el experto. En ese caso no estamos frente a una demostración de xenofobia sino a una de aporofobia, ya que lo que se rechaza es "su condición de pobre".
Lo mismo pasa con el negro, añadió Martínez. "Si llega un futbolista que ganará millones de dólares, será bien recibido, pero si una persona negra es pobre no será bien tratada. El problema no es el racismo".
Prejuicios
En las sociedades existen varios prejuicios hacia los pobres. Se los trata de delincuentes, sucios, malolientes y maleducados. Esto, según el catedrático, "es una generalización errónea", ya que "nadie censó uno por uno a los pobres para comprobar si todos tenían estas características".
También influyen las acciones que realizan individuos aislados o pequeños grupos de personas. "Si un pobre me roba, se tiende a generalizar que todos los pobres son ladrones", expresó. Tal vez una de las causas de la aporofobia es "el miedo de caer en la pobreza". Es por esa razón que reaccionamos "agresivamente contra las personas pobres".
Otra de las formas de la aporofobia es el resentimiento, ya que algunas personas "piensan equivocadamente que si se redistribuye la riqueza se les van a terminar sus privilegios". Martínez Navarro consideró que la pobreza extrema "debe ser indeseable, pero nunca deben serlo las personas que la sufren".
Lotería
Hay algunas creencias erróneas sobre las personas pobres. Aquellos que sufren aporofobia consideran que los pobres "son pobres por su propia culpa", explicó el docente español. Sin embargo, los estudios sobre aporofobia indican que hay una suerte de "lotería" que lleva a las personas a ser pobres: una situación involuntaria que tocó en suerte, al nacer, a alguna persona, núcleo familiar o sociedad.
Martínez Navarro reconoció que existen casos de personas que viven en la pobreza y fueron, ellas mismas, las "culpables" de su situación. Sin embargo, la inmensa mayoría quiere superarse.
Falsas creencias
Además de la falsa creencia de que los pobres llegaron a estar en esa situación por su propia culpa, los aporofóbicos piensan que si aquéllos desaparecen "se solucionarían los problemas". Martínez Navarro dijo que el hecho de hacerlos "desaparecer" responde a una idea de "muerte", que elude la ayuda para que salgan de su situación. Según los estudios, los aporofóbicos consideran que si "desaparecen los pobres, podrán sobrevivir los demás", una creencia que también fue criticada por el docente.
Otra de las creencias es que las personas sin recursos "son un estorbo para el país". Martínez Navarro dijo que con esta forma de pensar se está desconsiderando un capital "humano, mental y productivo" con el que cuentan todos los estados. El docente apostó a la solidaridad y dijo que una de las actitudes éticas frente a los pobres es la "ayuda extraordinaria", la cual "debe ser urgente". Los estados, a mediano plazo, "deben darles a los pobres empleos dignos y un sistema de Justicia que los ampare", dijo Martínez Navarro. "Que todos tengamos los grandes lujos de las personas más ricas del planeta sería algo imposible de concretar, pero en cambio tenemos los recursos para asegurar las necesidades básicas para la sobrevivencia de toda la población", enfatizó.
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martes, julio 31, 2007
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6 comentarios:
Muy apropiado el tema para abordarlo en nuestras sociedades contemporáneas.
Cambia pobre por rico y tienes el mismo odio febril sin motivos. Pero a eso nadie parece molestarle.
Un articulo lleno de contradicciones.
Adela Cortina es Catedrática de Ética, no una simple profesora.
Yo creo que si te juntas con muchos pobres empiezas a pensar pobremente, mejor acércate a gente exitosa y piensa exitosamente
Buen punto de vista.
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